Dougie Poynter parpadeo ante la gruesa banda de oro con dos filas de diamantes y luego miro a Frankie al otro lado de la mesa.
- ¿Qué…que me case con vos?
- Eso es – Contesto ella, encogiéndose de hombros, con una sonrisa seca en sus labios- Ya es hora, ¿Cuánto llevamos juntos? ¿Acaso no me amas?
Dougie frunció los labios y contemplo aquel rostro, a esa mujer que creía amar. Pero ¿le gustaría despertarse junto a ese rostro el resto de su vida?
- Me parece demasiado pronto... somos jóvenes..
- ¿Cuándo vas a madurar Poynter? ¿Cuándo te vas a dar cuenta de que ya no sos un adolescente? – le contesto ella enojada y casi gritando.
- Eso es algo ilógico.. te amo pero es un poco apresurado.
- ¿Por qué no casarnos? Pasamos la mayoría de las noches juntos. Casarse es el siguiente paso lógico – Añadió, inclinándose hacia adelante y acariciando su mano- Vamos Doug, ninguno de los dos vamos a volver a ser Jóvenes.
El malestar que tenia por su estomago vacio aumento hasta convertirse en un completo terror. En unos minutos esa charla se había convertido en una que cambiaria su vida. Frankie era una mujer asombrosa, siempre perfecta y una amante hábil. El disfrutaba mucho de su compañía. Pero ¿La amaba?
Le dio vueltas esa idea. ¿Seria capaz de reconocer esa emoción si le aparecía? Aun estaba esperando a alguien que atrapara su corazón.
El rostro de Frankie perdió algo de brillo.
- ¿Hola, Doug? DOUGGGGIEEEEEE
Sintiéndose repentinamente incomodo en la silla, Dougie apretó la caje de los anillos y busco las palabras adecuadas.
- Me agarraste un poco desprevenido, Frankie.
- Esa es la idea de la sorpresa ¿No? – Respondió ella mirándolo a los ojos.
Una débil sonrisa se escapo de la garganta tensa de el mientras la su frente se humedecía de sudor.
- Probátela – le sugirió ella – Dame la mano.
Doug saco el anillo de la caja cuidadosamente, y se preguntaba como un anillo podía tener tanta carga emocional.
- Es my bonita – murmuro.
Con el corazón golpeteándole en el pecho, Doug se la puso y sonrio tenso.
- Me queda perfecta. – Maldita sea! Pensó en sus adentros.
- No tienes que contestar ahora mismo. – dijo ella – Llévala puesta unos días y si sentís que te gusta la idea de ser un hombre casado. Si aceptas, solo tendremos que comprar otra para mí.
- Mañana tengo que ir a visitar a mis padres a Corringham – farfullo el, cambiando de tema, deseoso de repente de visitar a sus padres, cosa que había temido momentos antes.
- ¿Cuanto tiempo vas a estar ahí?
- No lo se. Tanto como se necesite. Una semana, tal vez más. Hace mucho no veo a mi madre y ya se están poniendo viejos, tengo que ayudarlos un poco con su trabajo.
- Bueno, al menos no me voy a tener que preocupar por que encuentres a otra en Corringham. Tendrás tranquilidad, paz, es un pueblo muy pequeño.
En ese momento Corringham le pareció un refugio donde podría olvidar la propuesta durante varios días. Tendría aire puro, agua con buen sabor, ver a sus padres, pasar tiempo en ese pueblo donde el nació.
sábado, 29 de mayo de 2010
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Naaaaaaaaaaa!! jodeme!! o_O siiiiiiiii!! que deje a Frankie y salga con vos... la va a pasar mejor, van a estar de gira todas las noches... xD
ResponderEliminarLucy ♥