sábado, 29 de mayo de 2010

Capitulo 7

Aquella misma mañana había estado con ella, luego me preocupe desde que no la había visto, estaba inquieto y distraído. Simplemente me había preocupado por el bienestar de ella, pero tenía que admitir que me había preocupado más lo hermosa que estaba con esos jeans ajustados. Olí peligro y no importaba las veces que me repitiera a mi mismo que no necesitaba complicar mi vida con un breve romance, pero no podía evitar poner mis ojos sobre toda superficie plana de aquella oficina e imaginar…sexo con ella. Estaba agobiado de la carga de esa alianza, intente sacármela, pero apenas pudo moverse, estaba atascada. ¿Cómo demonios podía alguien acostumbrarse a llevar un estorbo así? Acostumbrarse a llevar un anillo de compromiso no era nada comparado con tener que acostumbrarse a una mujer cerca permanentemente, día tras día, noche tras noche, año tras año. Vicky había resultado ser la persona mas entretenida y hermosa que había conocido en mucho tiempo. Unos golpes a la puerta interrumpieron mis pensamientos.

- PASEEEEEEEEEE – grite.

Una chica de casi mi misma edad abrió la puerta con media sonrisa en su cara.

- Hola, soy Paula, Vicky se tuvo que ir a su casa porque le dolía mucho el pie, dijo que lo sentía por hacerte esperar aquí.

- ¿Hace cuanto se fue? – pregunte mientras me levantaba y ponía mi campera negra.

- Hace unos 5 minutos… ¿Por?

- Tengo que decirle algo…

- Por ahí la alcances en el estacionamiento.

Pase corriendo por delante de ella y camine rápidamente pasando por el hall hasta llegar a la puerta. Cuando llegue puede divisarla a lo lejos cerca de su auto.

- VIICKKKKKKKKKYYYYYYYYYYYYYYY- grite lo más fuerte que pude para que me pueda escuchar.

Ella se volteo y me miro sorprendida, me saludo a lo lejos.




¿Qué hacia este loco acá? ¿Por qué simplemente no se fue a llamar a su esposa? Que ganas de molestar.


- Hola! – dijo el agitado después de correr.

- ¿Paso algo? – pregunte preocupada.

- No, nada… solo quería preguntarte si querías salir a comer algo por acá – pregunto mientras pasaba su mano por su pelo revolviéndolo.

- Eh…si , si, yo tenia pensado pasar por McDonald’s ahora..

- Perfecto… vamos en mi auto, no creo que puedas manejar con el pie asi.

Caminamos hacia su auto mientras yo me agarraba de su brazo para poder caminar. El me miro y sonrió mientras me abrío la puerta.

- ¿Creciste aquí? – pregunto mientras prendía el motor.

- Naci aquí pero viví un tiempo en Westin, pasaba muchos veranos con mi abuela acá, así que decidimos mudarnos a Corringham.

- ¿Tus padres aun están acá?

- No tengo padre, pero mi madre vive en Londres con su hermano

- ¿Y tu abuela?

- Ella aun vive acá, ella es la razón por la que me quede acá – confesé.

- Por fin – dijo el, asistiendo – la respuesta al enigma.

- ¿Qué enigma?

Me miro y hiso una mueca con la boca.

- ¿Qué hace una chica tan linda como vos en un lugar como este? Es un pueblo muy chico y desolado.

No era el piropo mas lindo que me habían dicho, pero sus palabras me afectaron igualmente.

- Corringham no esta tan mal – a menos que estés buscando un novio.

- Ya lo se, lo estuve explorando.

- ¿Y encontraste algo que te guste? – le pregunte mientras le indicaba que dirección tomar para llegar a McDonald’s. El giro y me miro a los ojos.

- Dejémoslo en que quede bastante sorprendido con mis descubrimientos.

Volví a fijar la vista por la ventana intentando reordenar mis pensamientos. La atracción que me llegaba de Dougie era casi tangible. La temperatura de mi piel aumentaba cada vez que el inhalaba. Sentía los latidos del corazón de los dos.

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