sábado, 29 de mayo de 2010

Capitulo 9

- Vicky…

- Dougie, no puedo hacerlo – Conteste con la respiración acelerada.

El frunció el ceño por un segundo y luego se paso la mano por el pelo y respiro pesadamente.

- De acuerdo.. ¿Puedo preguntar porque?

- ¿Qué por que? No te hagas el estúpido Poynter.

- No lo se, por eso te pregunto.

- Estas CA-SA-DO.

Sus ojos se apagaron por un momento y luego clavo su mirada en su mano.

- Mira, estoy segura de que hay muchas mujeres a las que no les importa si estas con otra mujer, pero a mi si me importa, no soy segunda de nadie.

- Ojala te hubiera conocido antes… - Comento frustrado.

- Mejor anda a llamar a tu mujer que cree que le estas siendo fiel.


Me quede mirando la puerta durante un rato antes de volver al auto. Nunca había sentido algo así por una mujer, nunca había tenido ese furioso deseo de tenerla para mí todos los días de mi vida. Tarde, demasiado tarde me había acordado de que tenía la alianza. Olas de dolor subieron por mi mano hasta mi muñeca. Nunca en toda mi vida me había sentido tan estúpido. Me había prometido a mi mismo que ninguna mujer se interpondría en mi decisión sobre el casamiento con Frankie y en lugar de eso había besado a la primer belleza que se me había cruzado en el camino, además con la que tenia que ver todos los días. Mañana le pediría disculpas pero hoy, llamaría a la mujer que cree que le estoy siendo fiel.



Mire hacia la entrada y mi corazón dio un vuelco cuando vi entrar a Dougie lentamente hacia mi oficina. Tenía unos pantalones azules y una remera bastante ajustada negra. Maldito provocador.


- Buenas tardes señor Poynter.

- Vicky, tenemos que hablar de lo que paso anoche.

- No hay nada que hablar.

- Solo escuchame – rogo el.

- No tengo ningunas ganas de escuchar que tu esposa no te atiende el teléfono…

- No estoy casado.

- ¿No…. No estas casado?

Un destello de diversión ilumino los ojos de el, pero no sonrio.

- Pero si salgo con alguien, ella me lo propuso un dia antes de venir aca y le dije que le diría mi respuesta cuando llegara.

- Independientemente de lo cuanto que me atraigas, no estabas libre para que te besara ayer.

- ¿Me perdonas? – dijo el.

- De todas formas, lo que paso anoche no fue un pecado.

- Entonces regresemos a concentrarnos en el trabajo, acuérdate que yo soy tu ayudante jajaja.

- Tengo que preparar mas postres de chocolate mañana - anuncie -

1 comentario: